ARROYO BUTARQUE - BOADILLA DEL MONTE

Tras una jornada espectacular en la contrarreloj del Tour por el abulense Carlos Sastre y en espera de alzarse hoy con triunfo en los Campos Elíseos de París, partimos a las 09:00 h. puntuales y con las bicis en perfecto estado de revista. Comenzamos por nuestro ya conocido Arroyo de Butarque en el cual se encuentran lanzando la caña los primeros pescadores en espera de sus presas, continuamos paralelos a la vía del tren y sorteamos la famosa valla. Una vez pasado el picadero de la Venta la Rubia, comenzamos nuestras singladuras por tierras de nadie, donde nuestra única referencia son los planos descargados de mister Google Earth. Con precisión exacta nos vamos acercando a la ciudad financiera del Banco Santander, disfrutando de las carreras de unas cuantas liebres a través de las retamas y jaras. Tras salvar un pequeño desnivel nos situamos en plenas obras de ampliación de la carretera de Boadilla del Monte, divisando a lo lejos el Palacio del Infante don Luís (siglo XVIII).

En Boadilla del Monte decidimos hacer un descanso y avituallarnos de agua fresca, para afrontar la segunda parte del recorrido que discurre por los montes de esta bonita localidad. Este recorrido no tiene desperdicio, recorriendo sus entrañas a través de pinos, encinas, alcornoques... centenarios; con unas pistas que las piernas agradecen y terminando con unas "pequeñas" subidas que hacen apretar los dientes, hincar codos, levantar traseros y sacar de donde no hay... Ya en la cima optamos por buscar la carretera al lado de Montepríncipe y acercarnos a visitar a nuestro vecino Miguel "el cocinero" para que nos invite a unas frescas cervecitas, pero es imposible localizarle por lo que desistimos (no de las cervezas).

Nos situamos en la carretera que une Boadilla del Monte con la Ciudad de la Imagen y enseguida a la estela de Miguel nos plantamos en la Avenida de los Poblados, donde unos ciclistas de carretera despiertan los viejos instintos de Miguel que se pone a rueda. Como teníamos que tener la caída del día, Fernandín intenta un adelantamiento arriesgado que da con los huesos en el suelo, los suyos y los del otro ciclista.

Como la jornada ha sido completa tenemos que terminarla con unas buenas cervezas en nuestro barrio, descansando y haciendo mil conjeturas sobre la posibilidad de impartir clases de teoría, mecánica, maillot, instalar rodillos... las mentes se disparan será que nos estamos haciendo mayores o la cerveza, jajaja.

ARROYO BUTARQUE - VILLAVICIOSA DE ODÓN - RÍO GUADARRAMA - EL SOTO

Nuevamente nos disponemos a efectuar una ruta en MTB desde nuestro domicilio, un grupo de agerridos ciclistas, contando en esta ocasión con un gloria del ciclismo madrileño, Miguel. Partimos a las 09:00 h. con la esperanza de que el tiempo nos permita realizar al menos la primera parte del recorrido, sin castigarnos fuertemente con unas temperaturas elevadas. Enseguida cogemos el camino paralelo al Arroyo Butarque y a un ritmo más elevado que la ruta del día anterior, nos plantamos en el picadero de caballos de la Venta de la Rubia. Desde este punto la ruta la tenemos que realizar basándonos en un mapa que me he bajado de internet y guiándonos a través de los caminos.Pasada la M-50 nos adentramos en una urbanización de Villaviciosa de Odón y enfilamos con miras a la Universidad Europea de Madrid en el término municipal de esta mencionada ciudad. Según vamos descendiendo por la vía pecuaria, Miguel tiene un encontronazo con el suelo, digamos... una caída libre, que le deja unas cuantas señales de guerra en el brazo. Cruzamos un arroyo sucio para continuar con una fuerte pendiente que nos sitúa en la carretera de los Pantanos M-501, la cual recorremos en un par de kilómetros con intención de llegar al cruce con el río Guadarrama. Tras unos cuantos intentos de pasar al otro lado del cauce, unos compañeros mtb nos indican el lugar por donde debemos cruzar y así lo realizamos, decidiendo realizar una parada para reponernos con algún alimento, bebida y hay quien incluso con algún cigarrillo.

Retomamos el camino por el cauce derecho del río Guadarrama, con un continuo y martillante estribillo ¿Cuánto queda? ¿Falta mucho?, mi respuesta siempre es alentadora: "ya falta menos" jeje. El sol castiga nuestras espaldas y las reservas hidráulicas escasean y la fuente más cercana se encuentra en El Soto.

Llegamos al Puente de Hierro y cruzándolo nos situamos en dirección al Soto dejando a nuestra derecha el Parque Coimbra, momento para realizar otra pequeña parada y reponer fuerzas para el último tramo. Una continua subida que hace mella en alguno de nosotros y que al final se ve gratificada con la fresca agua de la fuente prometida.

Como las piernas no dan para mucho más, decidimos coger el tren de cercanías en El Soto y tras varías deliberaciones decidimos bajarnos en Cuatro Vientos, donde los torniquetes no quieren dejarnos salir y nos aprisionan las bicis.
Miguel sin fuerzas y sin convicción decide preparar un sprint y maneras tiene desde luego, por lo menos teoría, pero las fuerzas le vuelven a fallar en los últimos metros. Ya divisando nuestro edificio hay quien da gracias y hay quien se acuerda de ...

ARROYO BUTARQUE - CASA DE CAMPO

Acabada la temporada del pádel en la urbanización, algunos padeleros nos disponemos a realizar una salida en bici por los alrededores de nuestro barrio. Primero nos adentramos en el Arroyo Butarque en el término municipal de Leganés, disfrutando del paisaje y cobijándonos debajo de la sombra de los olmos, para llegar al estanque que dejamos a nuestra izquierda, seguidamente pasamos por debajo de la carretera de La Fortuna y comenzamos el segundo recorrido de este arroyo. Ya en el término municipal de Alcorcón cogemos el camino cercano a la antigua vía del tren que unía Leganés con Cuatro Vientos y paralelos a la carretera de Extremadura llegamos a la entrada de la Escuela de Transmisiones del Ejército del Aire, donde tenemos que sortear una valla.

Pasamos por la pasarela al otro lado de la carretera de Extremadura y nos dirigimos hacia el picadero de la Venta de la Rubia, donde aprovechamos para hacer un descanso. Seguidamente retomamos la marcha por la zona de Retamares, divisando a los lejos Madrid y disfrutando de una constante bajada, ¡qué más de uno agradece y no digo nombres! y que nos lleva hasta la entrada de la Casa de Campo.

Ya en la Casa de Campo entramos paralelos al Arroyo Meaques y lo seguimos por diversos senderos hasta su llegada al Lago. Nuevamente descansamos y tomamos fuerzas para la vuelta hacia nuestro barrio, pero antes deberemos afrontar algunos repechos que nos hacen acordarnos de la Casa de Campo y de ...Situados en el carril bici de la calle Valmojado, es un paseo hasta casa.