Desde antes del verano no había vuelto a rodar con mis compañeros de los Pedales Locos, unas veces por pereza de acercarme a la sierra y otras por otros compromisos. Como esta vez se plantea una ruta adsequible nos juntamos como otras muchas veces en el aparcamiento del polideportivo del Soto (Móstoles). A la cita acuden José I, José II, Javier y yo, así que los cuatro comenzamos a rodar por el parque con dirección al Puente de Hierro sobre el río Guadarrama, llegados a este punto tenemos dos alternativas ya conocidas por todos, izquierda o derecha, así que decidimos coger la izquierda hacia la Cañada Toledana, juntándose en este punto otro biker solitario y que desea conocer alguna ruta, gustosamente le invitamos a que nos acompañe. Ya en la Cañada Toledana el rodar nos hace entrar en calor mientras caen los kilómetros. Llegamos a la confluencia de la carretera que une Batres con el Álamo y nuevamente pasamos por encima del río Guadarrama, apreciando las derruidas edificaciones de secado de tabaco.
Comenzamos la ascensión hacia la urbanización Catorredondo en compañía de algún ciclista más y tras kilómetro y medio llegamos a lo alto, momento de tomarnos una barrita. Desde este punto se pueden divisar los pueblos cercanos como Navalcarnero, El Álamo, Batres...
De vuelta a dar pedales proseguimos con dirección hacía Arroyomolinos y nos sorprende como está creciendo esta población, debiendo tener precaución con los cazadores que andan pegando tiros alrededor nuestro en busca de alguna presa. Enfilamos con dirección a Moraleja de Enmedio por una carretera comarcal y de vuelta hacia Móstoles en busca de unas buenas cervezas en un bar que nuevo que al parecer ponen buenos aperitivos.
1 comentario:
Arrg!!! en esa subidita es donde creo que voy a morir en cualquier momento...
Y cuando te adelantan te entra la depre.
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