Me encuentro en un terreno desconocido completamente, en la comarca de La Moraña, concretamente en la ciudad de Arévalo y para conocer mejor el terreno he recurrido a la colaboración de dos integrantes del Club de Ciclismo de Arévalo Vázquez Palomo. Jesús y Jorge que amablemente me van a guiar en una mañana fría por los pinares de la zona.
Partimos desde Arévalo por un carril bici que nos sitúa paralelos a la carretera con dirección a Tiñosillos y enseguida nos adentramos entre los pinares, donde el rodar de las ruedas se hace pesado debido a la arena propia del terreno. Me van comentando las diversas rutas que realizan a lo largo del año, incluidos dos maratones uno en primavera y otro en otoño. Gracias a ellos puedo adentrarme sin temor a perderme por estos inmensos pinares que parecen no terminar.
Ahora toca el turno de probarnos sobre el barro y que mejor que hacer unas cuantas subidas y bajadas hacia el río Adaja que baja con gran caudal. Destacar la amabilidad de estos dos compañeros que a buen seguro volveré a rodar con ellos, me despido de ellos con intención de ir a lavar la bici y aprovechar para poder visitar Arévalo.
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